Huyendo

¿Quién limpiará ahora mi corazón?
No habrá descanso. Mi carrera no cesa. Caminar sin detenerse. Sentir el quejido de mis piernas y a mi respiración agitarse en una atroz agonía.
¿Quién aliviará ahora mi sufrimiento?
Yo muy quieta. Me di cuenta de que fuiste tú el que te fuiste. Y el mundo sigue girando, mientras yo detenida ante el tiempo, luchando a pleno pulmón. Condenada a estar siempre huyendo.