Escritos desde mi celda

por Marta Álvarez Martín

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Lugar: Cádiz, Cádiz, Spain

Licenciada en Periodismo. Estudiante de Investigación Social aplicada al Medio Ambiente. Escritora. Nací un verano caluroso en Cádiz, hace unos años. Vivo en Sevilla y estuve vivendo un año en Italia. Y lo que más me gusta de este mundo, además de su belleza natural, son los libros.

sábado, septiembre 30, 2006

Millones de bocartes muertos en la playa

“Aparecen muertos millones de bocartes en una playa de Asturias”. Pero no os asustéis, no daré una de mis charlitas, al parecer no es por culpa de la mano del hombre. La hipótesis más probable de este formidable hecho es que el banco de peces intentaba escapar de algún depredador y quedó atrapado en la costa. Aún están analizando los hechos. Esperemos que sea cierto.
Una pena para el océano (hace poco el bocarte escaseaba por aguas asturianas) o quizás una alegría para algunos, pues el kilo de bocarte suele estar alrededor de seis euros y cualquiera puede recoger los peces muertos. Quienes necesiten un dinero extra os podéis acercar a recoger algo, y así, de paso, ayudáis a las autoridades a limpiar la playa
Os dejo el enlace a la noticia de la edición digital publicada por el diario El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2006/09/29/ciencia/1159524329.html

lunes, septiembre 25, 2006

Por una nueva sociedad de información


Dentro de pocos días “mi celda” cambiará de lugar. Comienzo una nueva etapa de mi vida como estudiante de periodismo en Sevilla. Por eso, no veo mejor momento que este para hablar de un tema del que tengo unas cuantas cosas que decir y aún no he dicho.
Vivimos en la era de la información. Multitud de medios a nuestro alcance nos acompañan en nuestro día a día. No vivimos solos y nos gusta saber que es lo que pasa a nuestro alrededor. Desgraciadamente, aún tenemos mucho recorrido por delante.
La mayoría de la información de la que disponemos no es de calidad. No es ofrecida por personas realmente cualificadas para ello y, más que informar, los medios buscan atención y audiencia, es decir, capital. Para aumento de los beneficios contratan a personas que no están preparadas para enfrentarse a la exposición pública de información y opinión. Eso contribuye a que la profesión que he escogido cuente con un paro alarmante y sin sentido.
¿Cómo es posible que en la sociedad de información el periodismo sea una profesión con poca oferta y mucha demanda?
No creo que ninguno de los usuarios de los medios de comunicación del mundo se beneficien de esta situación. Todo debería de tener su lugar pero las cosas no están en orden. Las mentiras no se dejan en las pantallas de cine y pasan a las noticias, programas, documentales, radios e incluso periódicos en los que se debería ofrecer una información objetiva. Por otro lado, los medios de opinión no muestran opiniones constructivas y se fundamentan en la manipulación. Y es precisamente ese el mayor problema: la manipulación de los medios controlados por sociedades capitalistas que no buscan calidad sino mayor capital.
Todo un reto el que yo, con mis ideales por delante, pretenda luchar por una sociedad de información basada en la calidad y en el rigor. Porque la calidad, queridos amigos, también vende. Una sociedad con medios de información serios, alejados de prejuicios y subjetivismos, contribuye a crear una sociedad cada vez más justa, reflexiva, consecuente y tolerante.

miércoles, septiembre 20, 2006

Invadidos por los prejuicios


La mayoría de las veces no podemos evitarlo. Los prejuicios nos invaden, conviven con nosotros como si fueran parásitos. Son los efectos secundarios de la experiencia.
Creemos en nuestra propia rutina, en nuestras propias secuencias. Cuando tras una acción obtenemos la misma respuesta una y otra vez, nos convencemos de que siempre será así. Forma parte de nuestro instinto de supervivencia.
Muchas veces útiles, pero muchas otras chocan con nuestra moral y nuestros valores. Y otras tantas nos ciegan como a polillas atraídas por la luz. Yo, personalmente, odio vivir la vida a ciegas y el sol no lo ilumina todo.
Hace unos poquillos de siglos, unos griegos quisieron deshacerse de esos prejuicios. Una idea macabra, por supuesto. Pero estaban aún muy lejos de hacerlo. Fue el principio del fin. A partir de ahí una serie de mentes inquietas tuvieron el valor de adentrarse en el mundo del pensamiento. Su amor por la sabiduría les llevaban a miles de preguntas, muchas sin respuesta. Aunque casi todos, tarde o temprano, acaban encontrándose, sin saberlo, con sus dichosos prejuicios.
Ahora mis vecinos dicen que estamos en el siglo 21. Hecho un vistazo a la sociedad y, con toda la objetividad que me es posible, observo que las cosas no han cambiado mucho. Veo prejuicios hasta en la sopa y, maldita sea, mi mente se pone de mal humor cada vez que se cruza con alguno.
Mi eterna lucha se resume en la lucha contra los prejuicios. Mi eterno lamento en el lamento de su existencia. Mi pesimismo es fruto del mal humor que me provocan. Y mi vida es el camino hacia su muerte, al menos, en mi propia mente. Vivir a oscuras es vivir con miedo. Y bastante tengo con tener que abandonar la vida algún día.

lunes, septiembre 18, 2006

Baño de espuma


Suena una música de fondo... violines, gaitas, la dulzura de un piano... el suave manto de la inspiración que los acaricia. Un mundo de sensaciones. No hay nada a mi alrededor, solo sonidos, solo imágenes de un mundo de ensueño. Colores otoñales, brisas de invierno, olores de primavera, soles veraniegos. Mi mente parece flotar sobre el agua, el agua tibia, llena de una espuma que dibuja paisajes de un mundo perdido. El tiempo se pierde por algún lugar. Mis ojos se cierran. Vuelo sobre mis sueños. Casi consigo tocarlos. El espacio se multiplica y se pierde, viene y se aleja. El ser se convierte en notas musicales. Las preocupaciones se disuelven porque ahora solo cabe lo desconocido. Por momentos, encuentro mi propio cielo.
Pero el agua se va enfriando, el tiempo y el espacio consiguen encontrar el camino de vuelta, la música se para, mi mente se despierta, abro los ojos y de nuevo estamos yo y mi cuerpo sumergidos en la bañera. Pero ahora con una sonrisa en los labios. Pude rozar mi karma.
No fue un adiós, fue un hasta luego.

jueves, septiembre 07, 2006

Inmortal


Tiembla la tierra bajo el sonido de mis pasos:
no me siento poeta, pero hablo en poesía.
La fiebre que cubre mi fatigada cabeza
y calienta mis venas y mi descanso,
me cuenta que vino arrebatarme la vida.
Arrebatármela de un plumazo.
El sueño ronda por mi cama y sus esquinas,
pero no cerraré los ojos:
que hable mi alma perdida
y calle mi eterno lamento.
Como armas, una mano que me guía
por un camino blanco y desnudo,
que lleva por nombre inmortalidad.
La escucho como solo escucha un sordo.
Le hablo como puede hablar un mudo.
Y manca, la sujeto como sujeta la fragilidad.
Tiembla la tierra bajo el sonido de mis pasos:
quizás no sea poeta, pero un día fui poesía.

miércoles, septiembre 06, 2006

Bienvenidos a la Sexta Extinción


Siempre nos costó decir adiós, marcharnos. Y siempre tuvimos miedo a nuestra eterna partida. Pero nunca sentimos pena por los que jamás volverían a asomar su majestuosidad en el mundo. Ni por los que cada día lo dejaban sin a penas haberlo contemplado. ¿Porque estaban muy lejos o porque fuimos nosotros los que los alejamos?
Pero las causas, las culpas, los culpables y los afectados no tienen ni voz ni voto en el mundo de los hechos, ellos hablan por sí solos. Y es un hecho que la biodiversidad de la tierra disminuye a un ritmo tan acelerado que se ha denomidado a esta etapa que estamos viviendo "la sexta extinción". Y es casi seguro, aunque no sea hecho aún, que la sexta extinción culminará con la propia extinción del hombre.
Probablemente seamos un 5 % de la población mundial los que conozcamos y seamos conscientes de esta etapa en la que vivimos. Muchos de ustedes quizás ni siquiera habreis oido hablar de esta sexta extinción hasta ahora mismo. Bien porque los medios no tengan la seriedad, calidad y profesionalidad que deberían, bien porque el sistema educativo no sea eficiente, o bien porque al hombre siempre le costó mirar más allá de su nariz, el hecho es que este tema no se conoce y no se trata con el rigor con el que se debería.
La sexta extinción es en realidad el resultado de las alteraciones que el hombre a causado en la tierra durante su estancia en ella. Todos los problemas que suceden ahora mismo en nuestra tierra culminan con la extinción definitiva de algún elemento del ciclo vital que nos rodea. Pero la población mundial no es plenamente consciente que forma parte de un sofisticado ciclo de muchísimos siglos de formación. No es consciente de que hasta él mismo está hecho de la materia que compone ese ciclo y que por tanto forma parte de él, aunque haya dominado a las demás especies animales (que solo son una parte de ese ciclo) que conforman la cadena alimentaria. Y que si quiere sobrevivir en este mundo debe como prioridad, ante todo, proteger ese ciclo y a los miembros que forman parte de él. Porque si la cadena se rompe, sus miembros (incluido el hombre) caeran con ella.
Todo empezó el día en el que el hombre pensó que no era un animal y contó a los demás que todo lo que alcanzaban sus ojos estaba hecho para cubrir sus necesidades. Sea cuando sea el día en que la historia termine, seguro que el hombre consigue recordar, antes de dar su último suspiro, que siempre fue un elemento más en un ciclo inmenso. Ni más ni menos. Y cuando la predicción se convierta en hecho no importarán las causas, ni las culpas, ni los arrepentimientos. No quedará nadie para llorar sobre nuestras tumbas y solo se oirá la inquebrantable voz de los hechos.

viernes, septiembre 01, 2006

Crónica del Parque Natural de Cabárceno

En estos días de vacaciones, sin duda uno de los mejores lugares escogidos fue la visita Parque Natural de Cabárceno, en Santander. El Parque Natural de Cabárceno es en realidad un Safari Park. Más de 25 km en coche para ver las más de 110 especies animales de los 5 continentes que conviven en la basta extensión natural. Además, es uno de los parques con mejor reconociemiento mundial ,tanto por el cuidado de los animales como por la labor de investigación y protección de especies que lleva a cabo. Nada que ver con un zoológico. En el Parque Natural de Cabárceno los animales disponen de amplios recintos en los que vivir y poder procrear, lo que ayuda a algunas especies en peligro de extinción, como es el caso de los linces ibéricos que alli viven.

Nada mas llegar lo primero que visité fue el rectilario, con multitud de especies de serpientes (de esas que tienen nombres rarísimos) entre las que se encontraban una enorme cobra de más de 7 metros de longitud y 70 cm de grosor (acojonante...). Lo siguiente no fue menos impresionante. Un simpático espectáculo de leones marinos, capaces de bailar rock and roll, aplaudir, saltar por aros, y tirarse por toboganes y trampolines. Un show que no tiene desperdicio.


Luego me adentré en la ruta. El recorrido se dividía en 4 zonas, cada una con multitud de especies animales. Poner cada una de las fotos sacadas de las distintas especies haría de esta entrada la historia interminable, por lo que, lamentablemente, solo pondré algunas fotos que espero que las disfruten.

Show de las aves rapaces. Impresionante y muy bueno para contemplar el vuelo de estas aves tan amenazadas.

Osos pardos. Cuando llegué estaban jugando y pude sacar unas buenas fotos. Serían alrededor de 10. Muy sociables.

Tigres. Se podían observar bastante bien. Estos animales siempre impresionan. Habría alrededor de una docena.

Elefantes africanos. Preciosos.y majestuosos. Pude observar media docena, aunque quizás habría más.

Zebras. Había dos especies distintas de zebras. Sin duda los animales más sociables del parque, que incluso se dejaban acariciar por los turistas. En total habría más de una docena.

Además, había linces ibéricos, hienas, rinocerontes blancos, canguros wallaby, lobos, caballos españoles, girafas, bisontes, ciervos, yamas, addax, leones, jaguar, dos especies de hipopótamos, fauna ibérica, ect, ect. ¡Un sin fín de especies!

Ahora en mi celda, la visión de estos animales me hace sentir cierta nostalgia. Es realmente triste darte cuenta de como el hombre ha ido, poco a poco, cambiando el planeta y reduciendo el hábitad de los demás habitantes del mismo. Y es irónico que sea precisamente el hombre, el animal "inteligente", el que acabe con el mundo y su ciclo que tantísimos años ha costado crearse. Más tristeza me produce el pensar que yo pertenezco a esa raza destructora incapaz de armonizar y sintonizar con su entorno, como si de un virus o cáncer se tratase. Solo me consuela el pensar en las poquitas gotitas de esperanza, de corazones que sueñan con salvar un mundo condenado por la mano de sus hermanos.