Escritos desde mi celda

por Marta Álvarez Martín

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Lugar: Cádiz, Cádiz, Spain

Licenciada en Periodismo. Estudiante de Investigación Social aplicada al Medio Ambiente. Escritora. Nací un verano caluroso en Cádiz, hace unos años. Vivo en Sevilla y estuve vivendo un año en Italia. Y lo que más me gusta de este mundo, además de su belleza natural, son los libros.

martes, julio 25, 2006

Visiones de una ciudad sin ojos

Os dejo a una poesía de un libro que estoy escribiendo, titulado Confesiones de una creyente. Espero que os guste.

Enormes torres hechas sobre plumas,
rodeadas de burbujas de gases,
de gentes que corren sin prisas.
Trazos grises que todos pisan,
flechas que el mundo sigue
sin saber a donde llevan,
sin saber a donde irán.
Señales que a nada señalan.
Noches de insomnio y ruidos.
Pájaros que gritan socorro
y nadie los salva.
Cementos teñidos de verde
para engañar a los ojos
de los que no saben mirar.
Luces que no tienen sol.
Relojes que cronometran
el tiempo hasta la muerte
de los que no saben a qué mirar.
Soledad entre multitudes.
Canciones que hablan de felicidad
en medio de cien tristezas.
Drogas para escapar
de la insoportable cárcel.
Millones de rosados escaparates
para ocultar negras tiendas.
Papeles de colores
que vuelven de gris la bondad.
Pisadas que no dejan huellas.
Risas para tapar los llantos.
Mapas para perdernos
en las calles sin destino,
que conforman la ciudad.

lunes, julio 17, 2006

Cuando los bosques arden


Esta mañana me desperté con una desagradable noticia. Mi madre llegó a casa diciendo que mis tíos tuvieron que ser desalojados de su vivienda debido a un incendio cercano a su urbanización, Roche, cerca de Conil (Cádiz). Ya hubo hace unos días otros focos y tuvieron que ser desalojados camping de la zona.
Unas cuantas hectáreas menos para la tierra… Todos los indicios, por supuesto, apuntan a que el incendio fue provocado.
Hace unas horas escucho una conversación en mi casa. No voy a dar nombres… mejor no darlos. Escucho decir que pintar un grafitti es lo mismo que quemar un bosque. Me rio, me rio mucho. ¿Argumentos? No se ha muerto nadie. ¡Ah! Claro, claro, es verdad. Quememos todos los bosques, si no muere nadie… ¿Qué más nos da? Un grafitti también es destrucción de una propiedad (si destrucción, por supuesto… es una gamberrada… una auténtica atrocidad, ojala metan en la cárcel a aquellos jóvenes que se dediquen a pintar paredes en lugar de quemar bosques…). Por cierto… muchas personas también han sufrido DIRECTAMENTE las consecuencias del incendio. Granjas, cultivos, ganado, corrales… quemados. Las consecuencias INDIRECTAS, como dicen, ¿Qué más nos dan? Que no se ha muerto nadie… no TODAVÍA…

Cuando la tierra tiembla

Cuando la tierra tiembla es cuando las personas se plantean su lugar en la naturaleza. Es cuando las personas se ponen a pensar que la naturaleza es más fuerte que ellos. Pensar que en cualquier momento puede arrebatarles la vida o mojar sus millones con una ola gigante. Si. La naturaleza pone a cada cosa en un sitio.
En la ciudad no hay tiempo para pensar esas cosas. La vida está llena de problemas, dicen. Pagar la hipoteca, las deudas, el coche, las multas, los estudios de los hijos, hacienda… arreglar el frigorífico, comprar cosas baratas (que más da de donde salgan y a costa de que ese precio es inferior). Pero cuando ven en el telediario que la tierra ha temblado, en algún lugar del mundo, hacen un hueco en sus apretadas mentes para pensar, aunque sea por unos segundos, en el planeta en el que viven.
Hace unas cuantas horas la tierra tembló en una magnitud de 7.2 grados según la Escala Richter . Las olas alcanzaron a la isla de JAVA, en Indonesia, y por el momento se cuentan alrededor de 70 víctimas mortales y otras 70 desaparecidas. La naturaleza es sabia, pero debe ser ciega. Siempre se equivoca de lugar…

miércoles, julio 12, 2006

La princesa Mononoke

La eterna lucha del hombre y la naturaleza. ¿Por qué? Se preguntaba Ashitaka. Por qué no podría vivir el hombre en armonía con su entorno… Por qué se tenía que guiar por sus vicios, por sus odios, por su ambición…
Ashitaka amaba a la princesa Mononoke. Pero Mononoke no creía en la bondad del hombre. Como iba ella a creer en su bondad, si veía como cada día intentaban destruir su amado bosque, si mataban y mataban por ambición, solo por ambición. Si veía hasta como se mataban entre ellos mismos. No. Mononke realmente no era humana. Nunca se sintió como tal. Mononoke era tan animal como sus hermanos, los lobos. Era hija de una loba, no de un hombre.
Ashitaka la amaba… pero Mononoke era enemiga de los hombres y Ashitaka era amigo de ellos… ¿Como iban a poder pasar el resto de sus vidas juntos? Mononoke se dio la vuelta. Somos de dos mundos diferentes le dijo.
Mononoke se dedicó a luchar contra los humanos que destruían los bosques. Ashitaka a intentar hacerles ver que el amor es mucho más poderoso y gratificante que el odio.

martes, julio 11, 2006

11-J

Lamentablemente, conoceremos el día de hoy como 11 – j. Quitaos de la cabeza esa idea de que podemos acabar con el terrorismo. Cada día tengo más claro que nunca desaparecerá. El terrorismo morirá con el hombre.
¿De dónde vendrá esa atracción por la muerte? ¿De su propio miedo a ella?
Un puñado de vidas menos. Un puñado de vidas que pasan a la gran montaña de vidas arrancadas sin motivos. Hasta que reviente el vaso. Hasta que reviente…
Dime, ¿Cómo puedo creer en el hombre? ¿Cómo? El hombre es un lobo para el hombre. Que sabia frase… cuanta razón tiene queridos amigos.
Venga, reconozcámoslo todos. Dejemos de engañarnos. Somos lo peor que podía haberle ocurrido a nuestro planeta.
No. No es que me rinda. Es que la batalla del hombre es una batalla perdida de antemano. No es que no tenga fe, es que tengo el valor suficiente para aceptar la realidad que me rodea.
Si no me creéis, mirar a vuestro alrededor y decidme que veis. Aunque, visto lo visto, mejor que cerremos los ojos y no los volvamos a abrir.

domingo, julio 09, 2006

Los pétalos de la margarita

Estuve en el jardín más hermoso de la tierra. Miles de flores me miraban. Me inundaban cientos de aromas. Lilas, rosas, tulipanes. Amapolas, jazmines, flores de loto. Y una sola margarita. Brillaba entre todas. Caí en la tentación de arrancarla. ¿Cuántos pétalos tenía? Uno era negro. Fue el primero que arranqué. En ese momento, emigró de mi memoria la palabra muerte. Todo se lleno en un instante de vida y de luz. Atraída por una fuerza extraña, arranque el pétalo amarillo. Se alejó el sol. La luz se fue volviendo artificial. Un nuevo impulso me hizo arrancar el pétalo azul. Todo se volvió borroso y colorido, a la vez que caótico. Nada parecía tener sentido. Ni la armonía ni la tranquilad existían en mi mente. Tras una breve pausa, arranque el pétalo blanco. Olvidé lo que significaba paz. El mundo se me presentó como una lucha constante. Inmediatamente después, arranque el pétalo rojo. No supe lo que era amor. Todo en mí era odio. Probablemente ese odio me hizo arrancar un último pétalo. Era de color verde. Murió en mi toda gota de esperanza. Al hacerlo, todo se fue desvaneciendo. La margarita y sus pétalos. Las flores. El jardín. Mis sueños. Mis pensamientos. Mi vida.

sábado, julio 08, 2006

Globalización


Que bonitos son los cuentos. Lástima que la mayoría no sean ciertos. Lástima…
Sucede en estos tiempos uno, al que unos listillos pusieron de nombre “globalización”.
Globalización… ¿Qué te sugiere la palabra? Un mundo unido, compacto como un globo, redondo, perfecto. Que lejos está de ser real…
¡No! ¡No os voy a decir que la globalización no existe! Porque claro que existe. Pero está muy lejos de ser un mundo unido y compacto. ¿Qué es la globalización? Intereses, dinero, más dinero, un puñado de disfraces y una máscara para engañar al mundo. Y poco más.
Pero no os robaré mucho tiempo más en aburriros con mis locuras. Seguid viendo el mundial.
Creer que el mundo es capaz de unirse por amor al deporte.

jueves, julio 06, 2006

Ya van 18...


Casi sin darme cuenta cumplí un año más de vida. Ya van 18 veces... siempre me pasa lo mismo. Quise una vez detener el tiempo, ¿De qué me sirvió? De nada, por supuesto. De que me iba a servir...
Observo mis muñecas y se me parte el alma. Ellas son las mismas pero ahora las observo con otros ojos, y todo es distinto. Tan distinto...
¿Como no va a ser un tiempo pasado mejor? Siempre es mejor cuando hay más tiempo, cuando la vida está menos gastada.
Me siento a escribir esto, ni siquiera escribo igual... ahora soy incapaz de regalar un solo alago al mundo. Porque mi mundo cambió y hoy maldigo ese momento. Porque ahora a mi mundo no lo quiero y antes lo adoraba. Porque antes mi mundo era yo y los mios y ahora lo es todo.
El precio de la curiosidad, asesina de ilusiones.
Tengo 18 años. ¿Para que los quiero? Para maldecir el tiempo y cagarme en el mundo. Y para poco más. Sinceramente, prefiero los tiempos en los que usaba mi carnet falso.

martes, julio 04, 2006

Invasión turística

Comienza el verano. Con él, el tiempo libre, el buen tiempo, la diversión y algo que, lo siento, detesto: la invasión turística. La tranquila playa del invierno, lugar perfecto para relajarse, escribir, dar una vuelta con tu pareja, descansar… se convierte en la agobiante, ruidosa y sucia playa del verano. Aún no he conseguido descansar como es debido en las arenas del verano.
Las calles triplican su actividad. Todo de se llena de vida… y de un ruido espantoso. Salgo por la noche a dar una vuelta tranquila por el paseo, y solo consigo escuchar la música de los coches que ponen reguetón (o como se escriba) a todo volumen con las ventanas abiertas. Quedo con mi amiga para salir a patinar por la tarde, y nuestro paseo se convierte en un video juego de esquivar obstáculos (en este caso los obstáculos son las propias personas que lo inundan). Voy a tomarme un heladito y tengo que soportar una cola de 15 minutos. Cuando voy a pagar veo que curiosamente el helado me cuesta el doble que hace un mes. Las calles se vuelven más sucias. La tranquila ciudad se vuelve infierno.
Por eso me hace gracia cuando me preguntan asustados: Marta, ¿Por qué no sales? Cuando lo más lógico es que yo les preguntara alarmada a ellos: Chicos, ¿Por qué salís?
¿Para ensuciar más las calles? ¿Para llenar todo de ruido? ¿Para contaminar más y acelerar la destrucción del mundo? ¿Para emborracharos hasta olvidaros de lo asquerosos que somos?
Mejor quedémonos todos en casa. Pongámonos tapones en los oídos. Tapémonos los ojos. Aislémonos del mundo. Y salgamos cuando haga tanto frío que nadie se atreva a turbar la tranquilidad de una ciudad congelada.

lunes, julio 03, 2006

Nasha


No le quise dar una oportunidad ni al boli ni al papel y hoy se rebelan contra mi. No saldrá nada bonito de este texto.

Creo que está amaneciendo, pero no cantan los pájaros ni sale el sol. “Diario de un poeta sin versos”. Pero no daré luz a ninguna lágrima, hoy no. La tristeza y la desgracia se convierten en furia derramada en un papel manchado.

Así nació Nasha. ¿Que quién es Nasha? Ni yo misma lo sé con exactitud. Creo que es frustración liberada. Odio contra todo el mundo. Una bomba que está a punto de explotar en vuestros oídos.